En los tiempos que corren el tiempo casi siempre suele escasear. Por suerte, algunos inventos hacen que nuestra vida sea más fácil: nos referimos a los ascensores.

Muchos los consideran como un símbolo de progreso y modernidad, pero ¿sabes cómo surgieron los primeros ascensores?  Desde tiempos muy remotos los hombres sintieron la necesidad de utilizar aparatos para subir o bajar cosas. Se dice que el emperador romano Tito mandó construir el primer elevador para el Coliseo de Roma en el año 80 d. C. Fue diseñado por el arquitecto Arquímedes y funcionaba mediante un sistema de poleas. Más adelante llegaron los mecanismos de grúa y ya en el 1852 Elisha Otis inventó el primer ascensor a vapor. Otis fundó su propia compañía y dos décadas después uno de sus trabajadores llamado C.W.Baldwin creó el elevador hidráulico que se sigue usando a día de hoy. Este sistema fue el más popular en su época, hasta que a comienzos del siglo XX aparecieron los primeros ascensores eléctricos que permitían subir muchas plantas de altura. Actualmente se instalan en todo tipo de edificios, incluyendo rascacielos.

Los ascensores llegan al interior del hogar.

Los avances tecnológicos y la creciente preocupación por la accesibilidad, han hecho de los ascensores domésticos una mejora viable para muchas familias.  Tener un ascensor en casa ya no es un lujo al alcance de unos pocos. Además, las personas con discapacidad y los mayores de 65 años pueden solicitar ayudas y subvenciones para eliminar las barreras arquitectónicas en la vivienda.

¿Por qué instalar un ascensor en casa?

Los ascensores residenciales comunican dos o más plantas en casas particulares o dúplex. Son una buena solución para que las personas mayores o con movilidad reducida vivan de manera independiente, sin la limitación que suopone  para ellos subir o bajar una escalera y reduciendo el riesgo de accidentes.

Además, desde el punto de vista técnico, los ascensores unifamiliares tienen muchas ventajas:

No necesitan obra.

A diferencia de los ascensores tradicionales que necesitan hacer un foso, los elevadores de uso doméstico (dependiendo del modelo) pueden apoyarse sobre el pavimento, por lo que la obra es mínima. El motor y el sistema de elevación están integrados y no hace falta una sala de máquinas.

Suelen tener una estructura autoportante que sustituye a la caja del ascensor. Se desplazan sobre unos raíles verticales y no es necesario fijarlos a un muro de carga.

Se adaptan a espacios reducidos.

Si tienes 1 m² libre, puedes instalar un ascensor unifamiliar. No necesitas sacrificar mucho espacio funcional de la vivienda.

Su consumo eléctrico es mínimo.

Los ascensores domésticos son más económicos que los convencionales. El consumo dependerá del modelo elegido y de características como la capacidad de carga y las dimensiones. Como es lógico, cuanto más grande sea el ascensor más energía gastará ya que se requiere más potencia para mover el peso de la cabina.

Para hacerse una idea:

  • Un ascensor hidráulico de uso doméstico suele tener una capacidad de carga entre 250 y 300 kg. y un consumo eléctrico de 0,75 kWh – 2,2 kWh.
  • Un ascensor eléctrico de uso doméstico suele tener una capacidad de carga de 300 kg. y un gasto eléctrico de 3kWh – 4kWh aproximadamente.

Se pueden personalizar.

Podemos elegir los materiales y colores que más nos gusten. Incluso es posible instalar paneles decorativos que combinen con la decoración del hogar.

Son seguros.

La seguridad es una prioridad en el diseño de los elevadores de uso doméstico. Estos aparatos están dotados de sensores de detección de obstáculos, sistemas de frenado de emergencia que detienen la cabina de manera segura para evitar caídas bruscas y alarmas integradas para que los usuarios puedan pedir ayuda si se quedan atrapados.

Los fabricantes de ascensores deben cumplir con la Directiva de Máquinas 2005/42/CE y la normativa UNE-EU 81-41/2011 (Reglas de Seguridad para la Construcción e Instalación de Ascensores).

¿Cuáles son las obligaciones de los propietarios?

Si tienes un ascensor unifamiliar instalado en tu vivienda debes cumplir con una serie de obligaciones como propietario:

  • Dar de alta el ascensor en el Registro de Aparatos Elevadores (RAE) ya que es obligatorio desde el 2015.
  • Tener en vigor un contrato de mantenimiento con una empresa del sector y realizar revisiones cada 4 meses.
  • Solicitar una inspección cada seis años por el Organismo de Control Autorizado (OCA).
  • Notificar cualquier cambio de titularidad.

El cumplimiento de estas normativas garantiza que el ascensor instalado en tu vivienda cumple con todos los requisitos de seguridad y sus usuarios pueden hacer uso de él sin riesgos.