¿Alguna vez has abierto el congelador y te has llevado la desagradable sorpresa de encontrar los alimentos cubiertos por una gruesa capa de escarcha? Es una situación tan frustrante como habitual, pero ¡tranquilo! Esto no significa necesariamente que la comida se haya echado a perder y tengas que tirarla. Eso sí, la acumulación excesiva de escarcha puede afectar la calidad de los alimentos con el tiempo o modificar su sabor. Además, si la escarcha se derrite y gotea es muy probable que los productos frescos que has guardado se deterioren.

¿Por qué aparece escarcha en el congelador?

La escarcha se forma cuando en el congelador entra aire caliente y húmedo. Esto puede suceder, por ejemplo, si la puerta ha quedado mal cerrada por accidente o porque las juntas están desgastadas y ya no cierran bien.

Otro motivo habitual que puede ocasionar la acumulación de escarcha es introducir dentro del congelador alimentos todavía calientes ya que la diferencia de temperatura provoca un aumento de la humedad en su interior. Esta humedad se condensa y luego se congela creando la escarcha.

Es importante destacar que tanto los congeladores verticales como los congeladores horizontales pueden acumular escarcha, aunque los primeros suelen tener mayor superficie expuesta al aire cuando se abre la puerta y esto aumenta las posibilidades de condensación. Si bien, las condiciones para que esto suceda no dependen tanto del diseño del congelador como de un buen mantenimiento.

¿Cómo ayuda la tecnología No-Frost a impedir que se genere escarcha?

Posiblemente ya has oído hablar de la tecnología No-Frost como solución al problema de la escarcha, pero ¿sabes realmente cómo funciona?

Estos congeladores incorporan un sistema de refrigeración interna que evita la condensación. Tienen un ventilador y un evaporador que distribuyen el aire frío de manera uniforme para que no se cree la escarcha.

El sistema No-Frost mantiene la temperatura estable en todo momento evitando variaciones bruscas. El aire circula continuamente eliminando el exceso de humedad para que esta no se congele.

Es una característica que forma parte de algunos congeladores de última generación como los congeladores Brandt.

Además, los congeladores y frigoríficos Brandt vienen con otras funcionalidades interesantes como alarmas visuales y sonoras que nos avisan si se detecta una fluctuación de temperatura o si se nos ha quedado una puerta abierta. También incorporan la tecnología de supercongelación que permite congelar los alimentos de manera rápida evitando que se formen cristales de hielo.

¿Cómo evitar la acumulación de escarcha con un buen mantenimiento del congelador?

Ya hemos visto que la presencia de escarcha no es un sinónimo de que los alimentos estén en mal estado, pero tampoco podemos dejar pasar por alto el problema. Estas capas de hielo se van acumulando y con el paso del tiempo perderemos superficie de almacenamiento para la comida. Es posible que llegue un punto en el que ya no seamos capaces de abrir o cerrar los cajones y compartimentos.

Además, el exceso de hielo también afecta al buen funcionamiento del congelador, ya que impide una correcta ventilación. El exceso de humedad tiene como consecuencia un bajo rendimiento. Un congelador que no trabaja a pleno rendimiento gastará más energía y esto se reflejará en las facturas.

Comienza por hacer un uso racional de este electrodoméstico. No abras las puertas más de lo necesario y asegúrate de que las juntas estén en buen estado y sellen a la perfección.

De vez en cuando prueba el ajuste de la temperatura. Esta debería ser aproximadamente de -18 °C. Si el congelador está más caliente o más frío de lo necesario podría acumular escarcha.

mantenimiento del congelador
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Una o dos veces al año, realiza una limpieza a fondo siguiendo las indicaciones del fabricante. Para limpiar un congelador con escarcha primero debes esperar a que se descongele y se desprendan los pedazos de hielo.

Sigue los siguientes pasos:

  1. Vacía el congelador por completo y desconéctalo de la corriente.
  2. Espera a que el hielo se derrita (puedes ayudarte de una espátula para acelerar el proceso o recipientes con agua caliente). Si el congelador no tiene un compartimento para recoger el agua, coloca toallas debajo.
  3. Procede a limpiar el congelador una vez que el hielo se haya derretido. Extraen los cajones y las baldas para limpiarlos con agua templada y jabón de lavavajillas. Puedes emplear también pasta de bicarbonato de sosa para eliminar los malos olores.
  4. Una vez que hayas terminado, enciende el congelador, pero no lo pongas todavía en marcha hasta que esté completamente seco.
  5. Introduce los alimentos cuando alcance la temperatura adecuada.

¡Un último consejo! Si tu congelador genera escarcha con mucha frecuencia no estaría de más que llames a un técnico para que compruebe si el aparato tiene alguna avería. Es posible que necesites repararlo o tal vez comprar uno nuevo.