¿Tienes terraza, jardín o porche? Pues entonces seguro que, aunque tú no lo sepas, tu terraza, jardín o porche te está pidiendo a gritos una buena alfombra de exterior.

Eso si hablaran, claro, que lo suyo es estar en el suelo calladitas, pero decorando y alegrando la vista, y no solo dentro, sino también en exterior.

Igual no te habías parado a pensar por qué deberías tener una alfombra en exterior. ¡Pues por el mismo motivo que la tienes dentro de casa!

Es una obviedad, pero hay quien cree que con poner una mesita y unas sillas en un jardín o una terraza ya está hecha la decoración.

Lo que una alfombra de exterior puede hacer por tu terraza o jardín

Pues el caso es que las alfombras de exterior cumplen fuera la misma función que dentro de casa. Principalmente, decorar y completar el ambiente.

Y que la decoración en exterior (incluyendo en este concepto una humilde terraza urbana) se merecen el mismo cuidado y cariño que ponemos por ejemplo en nuestro salón.

Las alfombras de exterior, como las de dentro de casa, marcan y delimitan zonas: el área de comer, el del descanso, o el rincón de leer o de tomarse el aperitivo.

Completan el ambiente y hacen los lugares y nuestra estancia en ellos más acogedora.

Ahora bien, si queremos disfrutar el buen tiempo con alfombras de exterior, queremos que sean una solución, no un problema.

Por eso es preciso elegir bien nuestra alfombra de exterior.

¿Cualés son los mejores tipos de alfombras de exterior?

Una alfombra de exterior ha de ser resistente, impermeable y fácilmente lavable.

No se debe decolorar ni siquiera bajo el sol intenso.

Y ha de estar preparada para decorar dentro de casa si hace falta cuando se acabe el verano.

Todo eso nos limita las opciones. Lógicamente no vamos a usar una cara alfombra de lana o una alfombra de pelo shaggy en el jardín, porque, no hace falta decirlo, duraría dos telediarios.

Los materiales más indicados para alfombras de exterior

El abanico de materiales no es muy grande, pero sí lo son las opciones, dadas las muchas variantes, texturas, colores y tejidos que se pueden conseguir con esos materiales.

Básicamente los mejores materiales para una alfombra de exterior son el polipropileno, el vinilo o pvc. Todos estos son materiales sintéticos, impermeables, lavables con agua (estropajo, fregona o incluso manguera).

Resisten la intemperie, el mal tiempo, el sol, la lluvia y los chistes de tu cuñado.

Las alfombras de vinilo para exterior son muy finas, de superficie casi lisa (un trenzado muy fino) y base de goma.

Alfombras de exterior versátiles y de doble uso

Las alfombras de polipropileno para exterior son más versátiles, en el sentido que hay infinidad de estilos, colores y acabados, aunque para exterior recomendamos alfombras sin pelo, es decir, con superficie trenzada o de nudo, mucho más fácil de limpiar.

La ventaja de este tipo de alfombras es que son de doble uso, es decir, que tienen vocación dentro y fuera (In &Out) con lo cual pueden pasar del salón a la terraza, del dormitorio al jardín y del recibidor al porche (al Porsche no, eso es otra cosa, aunque si también lo tienes, estupendo).