No hay nada mejor que la creatividad para salir de la rutina. ¿Qué tal si te animas a darle un toque de diseño a tu hogar con unos cuadros bonitos para decorar? Muchas veces las paredes vacías dan la sensación de espacio triste y poco acogedor. Es increíble como el simple gesto de colgar unos cuadros puede hacer que el resto de los elementos cobren vida.
Pero todavía puedes ir un paso más allá, podrías combinar cuadros de diferentes estilos para crear ambientes sofisticados y con mucha personalidad. La mezcla de estilos en decoración se llama eclecticismo. Por ejemplo, si en un salón de estilo nórdico introducimos elementos de la decoración industrial, se dice que el resultado es un espacio ecléctico.
El eclecticismo es el reino de lo heterogéneo. Un lugar donde podemos jugar con objetos de diferentes periodos, texturas, colores o materiales. Esta libertad para escoger y crear se materializa en estilos únicos con una gran carga emocional. Podrías, por ejemplo, hacer una composición con cuadros muy originales de diferentes épocas o incluso juntar cuadros y fotografías.
Con todo, los decoradores recomiendan seguir ciertas pautas de diseño. De lo contrario, tu casa podría parecer un bazar.
Estilos de arte en los cuadros decorativos.
Tabla de contenidos
Los cuadros que utilizamos en decoración pueden ser de diferentes estilos:
- Realismo
- Surrealismo
- Impresionismo
- Arte abstracto
- Fotografía artística
- Arte pop
Para no caer en excesos, los expertos recomiendan jugar como máximo con dos estilos y elegir el que más te gusta para la obra de mayor tamaño (por ejemplo, si te encanta el arte abstracto estilo Kandinsky, procura que el cuadro más grande sea de este tipo y combínalo con otros cuadros pequeños más figurativos).
El color de las paredes.
Es otro factor de peso para que la composición quede bien. Lo ideal es tener paredes en tonos neutros para que los cuadros destaquen sin saturar. Trata de evitar los cuadros en paredes con murales. Si el color de la pared es muy llamativo (naranja, verde, turquesa) prueba a crear una galería de cuadros en blanco y negro.
La altura ideal para colgar un cuadro.
La altura ideal para colgar un cuadro puede variar según el gusto personal. Sin embargo, como regla general, se suele recomendar que el centro del cuadro esté a nivel de los ojos del espectador. Esto significa que, si el cuadro se va a colgar en una pared de una habitación normal, la altura ideal suele ser de unos 150 cm desde el suelo hasta el centro del cuadro.
Si vamos a combinar cuadros de diferentes tamaños, seguiremos esta regla partiendo del cuadro más grande (que será en este caso el punto focal). Nos guiaremos por la posición de este cuadro para organizar el resto.
En decoración es muy importante tomar en cuenta el punto focal. De lo contrario, todos los cuadros que coloques parecerán desorganizados.
El tipo de composición.
Los cuadros se pueden organizar siguiendo diferentes tipos de composiciones.
Composición en 3
Es la más clásica de todas. Colgaremos tres cuadros del mismo tamaño en una pared principal de la casa (sala de estar, dormitorio, etc).
Composición a dos ritmos
Consiste en alternar cuadros de diferentes tamaños creando un equilibrio visual. Es la mejor opción para paredes grandes.
Composición de molino de viento
Alternamos un cuadro vertical y otro horizontal siguiendo un punto focal en el centro. La imagen es parecida a las aspas de un molino de viento. Es un estilo moderno que aporta sensación de dinamismo.
Estas son solamente algunas ideas para combinar cuadros sin causar una impresión de desorden, pero existen muchísimos estilos de composición (en Pinterest tienes cientos de propuestas en las que inspirarte).
La línea narrativa
Deja que tus cuadros cuenten una historia. La línea narrativa es uno de los recursos más utilizados por los decoradores de interiores para combinar cuadros.
Básicamente consiste en agrupar cuadros que tienen una temática en común (paisajes, marinas, animales, personajes, etc). A pesar de ser diferentes, comparten un concepto o idea.
¿Marcos iguales o diferentes?
En principio, si eliges el mismo marco para todos tus cuadros, esta será una buena forma de lograr uniformidad en la composición. Es la mejor elección, si prefieres un estilo clásico de decoración. En cambio, si te gusta experimentar y salirte un poco de lo establecido, prueba a romper la monotonía introduciendo una moldura con filigrana en medio de una composición en la que predominan los marcos lisos.
La iluminación es clave.
Una buena iluminación es esencial para poder apreciar bien la belleza de las obras de arte. Los ilumina-cuadros son la solución perfecta ya que proyectan la luz de manera directa resaltando los colores.
¿Qué te han parecido estos consejos? ¿Te animas a combinar cuadros de diferentes estilos en tu salón?