España es uno de los países con la esperanza de vida más alta del mundo, de ahí la importancia de promover la autonomía de los adultos mayores, cuidando las adaptaciones y accesibilidad en el hogar.

Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) las caídas accidentales son una causa frecuente de discapacidad entre la población envejecida. El 30 % de los mayores de 65 años y hasta el 50 % de los mayores de 80 años se caen accidentalmente al menos una vez al año. Además, si estas caídas resultan en fracturas graves, es poco probable que se recupere el nivel funcional previo.

¿Cómo prevenir este tipo de situaciones? Lo primero es reconocer cuáles son las zonas de mayor peligro. Los expertos coinciden en que el baño y las escaleras son los lugares de la casa donde más se producen estas aparatosas caídas. En el caso del baño se debe a la humedad de los suelos que aumenta el riesgo de resbalarse y en el caso de las escaleras por la falta de equilibrio y los problemas articulares que suelen ser comunes en la tercera edad.

Las sillas sube escaleras son una buena solución para mejorar la autonomía de los ancianos y personas con movilidad reducida, pero ¿son realmente seguras? ¡Claro que sí! Aquí te citamos algunas de las medidas de seguridad que adoptan los fabricantes de estos aparatos.

Cinturón de seguridad

Mantiene al usuario en la posición correcta durante todo el trayecto. Algunos modelos vienen incluso con un sistema de sujeción de 5 puntos de anclaje para asegurar diferentes zonas del cuerpo.

Asiento reclinable

Facilita su uso en personas con dificultades para mantenerse erguidas.

Reposabrazos y reposapiés plegables

Al terminar de usarla puedes plegar las partes movibles como el reposabrazos o el reposapiés para evitar que otros miembros de la familia se tropiecen al transitar por la escalera.

Sensores de seguridad

Las sillas salvaescaleras tienen sensores que detectan cualquier obstáculo en el camino, ya sea una persona o un objeto, y se detienen automáticamente para evitar colisiones. También llevan incorporados sensores de límite de trayecto para que la silla se estacione suavemente al llegar al final del recorrido, sin movimientos bruscos.

Batería de reserva

En caso de corte del suministro eléctrico, las sillas salvaescaleras siguen funcionando gracias a una batería de respaldo. De esta forma podemos estar seguros de que no quedaremos atrapados a mitad del trayecto.

Botón de emergencia

Algunas sillas salvaescaleras tienen un botón de emergencia en el reposabrazos para hacer una llamada a un número predefinido como el de un familiar o centro de asistencia.

Otras consideraciones a tener en cuenta.

Las sillas salvaescaleras son dispositivos muy seguros siempre que hagamos un uso sensato de ellas. Su finalidad es ayudar a las personas con movilidad reducida a subir y bajar las escaleras de su vivienda, nunca deben utilizarse como montacargas para mover objetos pesados.

Además, deben ser instaladas por profesionales técnicos cualificados y necesitan una revisión anual de mantenimiento para prolongar su vida útil.

Siguiendo estos consejos, las sillas salvaescaleras serán un gran apoyo para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores y jóvenes con discapacidad. Puedes confiar plenamente en la seguridad de estos aparatos.