Se acercan las Navidades, unas fechas para disfrutar de la compañía de nuestros familiares y amigos. La cena de Nochebuena, los brindis de Fin de Año, los regalos de Reyes… son algunos de los momentos mágicos que nos esperan. Pero, por desgracia, en esta época del año también se viven situaciones muy estresantes como las intrusiones el hogar. Los amigos de lo ajeno aprovechan que las familias salen de vacaciones para intentar entrar en la vivienda y sustraer el dinero u objetos de valor. La Policía lleva años alertando del aumento de robos en Navidad utilizando técnicas como el bumping y otras que consisten en forzar la cerradura.
¿Necesito cambiar la cerradura de casa?
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La cerradura es la medida de seguridad más básica que puedes instalar en el hogar. Sin una buena cerradura no tiene mucho sentido invertir en cámaras de videovigilancia, alarmas o cualquier otro sistema.
Pero ¿en qué situaciones cambiar la cerradura? Los cerrajeros recomiendan hacerlo después de una mudanza tras un intento de robo o una okupación. En cambio, si has perdido las llaves de casa será suficiente con reemplazar sólo el bombín y no la cerradura completa.
Además, es aconsejable cambiar la cerradura cada 10 ó 15 años ya que sus componentes se desgastan con el uso. Si te cuesta girar la llave es un indicativo de que la cerradura ya no funciona como debería.
¿Cuál es la cerradura más segura del mercado?
Hoy en día tenemos una gran variedad de cerraduras en el mercado, muchas de ellas con sistemas de seguridad avanzados, mecanismos antiganzúas, antibumping o control de emisión de copias de digitales. Es cierto que ninguna de ellas nos va a proteger al 100%, pero cuanta más seguridad ofrezcan, más difícil será que los ladrones consigan acceder a la vivienda.
¿Cómo saber si una cerradura es segura? Debemos fijarnos en una serie de factores:
- Materiales: prácticamente todas las cerraduras de calidad están hechas de acero inoxidable o galvanizado, aunque también se siguen fabricando en otros materiales como hierro o níquel. Elige una cerradura resistente a la corrosión y los cambios de temperatura.
- Pines: por lo general, cuantos más pines tenga será más segura.
- Cilindro: es la parte más vulnerable de la cerradura. Te recomendamos optar por un cilindro de calidad y resistente a las técnicas de bumping, ganzuado o perforación con taladro.
- Anclajes: las cerraduras multipunto que cuentan con anclajes en diferentes niveles proporcionan un nivel adicional de seguridad ya que dificultan los intentos de forzar la cerradura.
Por último, es importante destacar que la instalación de la cerradura debe ser llevada a cabo por profesionales capacitados, ya que una instalación defectuosa puede comprometer la seguridad. Por eso, si piensas cambiar de cerradura en Madrid te recomendamos contratar los servicios de cerrajeros en Madrid Abre Hogar, con 20 años de experiencia en el sector y cientos de clientes satisfechos. Sus técnicos pueden desplazarse hasta tu residencia o negocio en cualquier momento del día y asesorarte sobre el tipo de cerradura más adecuado y ofrecerte un presupuesto a medida.
¿Qué tipos de cerradura existen?
Para elegir la cerradura más segura es imprescindible conocer las características de cada una de ellas.
Cerradura de sobreponer
Va atornillada a la parte exterior de la puerta quedando totalmente visible. No se suele instalar como único método de seguridad ya que se pueden forzar fácilmente con una palanca.
Cerraduras embutidas o empotradas
A diferencia de las anteriores, se colocan en el interior de la puerta, quedando ocultas a simple vista. Son fáciles de instalar y dan muy buen resultado, de ahí que sean las más usadas. Se pueden colocar en puertas de madera o de metal y, además, es posible mejorar su nivel de seguridad añadiendo un sistema de antibumping o de bloqueo en el bombín.
Cerraduras multipunto
Cuentan con varios puntos de anclaje (entre 3 y 7) situados a diferentes alturas. Por el momento están consideras como las más seguras del mercado, ya están diseñadas para que la puerta no se pueda forzar con palanca. De hecho, es el tipo de cerradura más común en puertas blindadas y acorazadas. Como único inconveniente, hay que mencionar que su instalación es algo más compleja y todos los anclajes deben conectar a la perfección para que la puerta se cierre correctamente.
Cerraduras cilíndricas o de perfil europeo
Su mecanismo está embebido dentro de la puerta. Consta de un cilindro con varias pestañas que se levantan al girar la llave para abrir o cerrar. Actualmente podemos encontrar en el mercado cerraduras cilíndricas de alta seguridad con sistemas antibumping, antitaladro o antiganzúa.
Cerraduras tubulares
Van instaladas en el propio pomo de la puerta. Se suelen colocar en estancias de interior como un dormitorio o un despacho donde queremos disfrutar de algo de privacidad. Su ventaja principal es su instalación sencilla, pero no son demasiado seguras y hay muchas formas de forzar su apertura.
Cerraduras de gorjas
Eran las más utilizadas hace años. Cuentan con un mecanismo de placas troqueladas individualmente. La llave tiene una forma muy característica, con una varilla cilíndrica y paletones laterales.
A día de hoy están en desuso debido al bajo nivel de protección que ofrecen.
Si tienes una cerradura de este tipo en la entrada de tu casa, te recomendamos cambiarla cuanto antes, ya que se abren sin dificultad con kits especializados a la venta en Internet.
Cerraduras antibumping
El 80 % de los robos en casas particulares se producen forzando la cerradura con una técnica llamada bumping.
El bumping es un método muy utilizado por los cerrajeros para abrir puertas, pero también se sirven de él los ladrones para entrar sin permiso a la vivienda. Consiste en introducir una llave maestra llamada “llave bump” que se golpea con un martillo de goma para liberar los pistones internos. Así los intrusos pueden entrar en cuestión de un minuto y sin hacer ruido. Además, esta técnica no daña la cerradura, lo que dificulta el cobro del seguro porque no se puede demostrar que la puerta ha sido manipulada.
Los bombines antibumping tienen placas intermedias que impiden que esto pase. Si se combinan con una cerradura multipunto con varios anclajes, gozaremos de un nivel de seguridad muy alto.
Cerraduras electrónicas
Fueron las últimas en llegar al mercado. En un comienzo se instalaban en los hoteles y oficinas, pero cada vez las vemos más en residencias particulares.
Las cerraduras electrónicas funcionan con un sistema de seguridad tecnológico, aunque muchas veces son compatibles con el bombín original y permiten añadir una capa de conectividad a la cerradura ya existente.
Algunas cuentan con un lector de huellas digitales para verificar la identidad del usuario (cerraduras biométricas). Otras veces, vienen con un teclado para poder introducir un PIN o contraseña. También pueden utilizar lectores de tarjeta, sistemas de reconocimiento de voz o de reconocimiento facial. Si se corta el suministro eléctrico, es posible abrirlas usando una llave normal.
Un tipo especial de cerradura electrónica son las modernas cerraduras inteligentes. Se conectan a la red del hogar y podemos controlarlas desde la aplicación móvil del fabricante o por Bluetooth.
Suelen tener incorporado un pequeño disco duro donde guardan un registro de las entradas y salidas. También pueden almacenar estos datos en un archivo cifrado en la nube.
Este tipo de cerraduras tienen un nivel de seguridad muy alto y son una forma fantástica de domotizar el hogar. Su principal desventaja es la obsolescencia programada, es decir, si la compañía que las fabricó desaparece, nos quedaremos con un software desactualizado y, probablemente, sin posibilidad de hacer recambios de piezas.
Cerraduras invisibles
Todavía son muy recientes, pero ya están mostrando excelentes resultados en la prevención de robos. En este tipo de cerradura electrónica, el bombín no es visible desde el exterior y, por lo tanto, no hay posibilidad de manipulación. Se bloquea y desbloquea usando un mando a distancia y un código alfanumérico que cambia aleatoriamente después de cada uso.
¿Conocías todas estas cerraduras? Recuerda que no todas las puertas necesitan el mismo nivel de seguridad. Mientras que en algunos casos debemos garantizar un grado de protección muy alto (joyerías, cajas fuertes, laboratorios, museos…) en el caso de una vivienda particular podría ser suficiente con una cerradura antibumping de perfil europeo o una puerta blindada con cerradura multipunto. Mi consejo es que pidas asesoramiento a un servicio profesional de cerrajeros y elijas la mejor opción para tus necesidades y presupuesto.