Las barreras arquitectónicas son obstáculos que impiden a las personas con movilidad reducida desenvolverse libremente y con autonomía.

Las personas mayores o con algún tipo de discapacidad se encuentran día a día con estas barreras en cualquier lugar donde desean ir. Pueden estar en espacios públicos como parques (en este caso hablamos de barreras urbanísticas), en el transporte urbano o incluso en el interior de la propia vivienda.

El drama de no poder salir de casa.

Según datos del estudio ‘Movilidad reducida y accesibilidad en el edificio’, el 16 % de las personas con movilidad reducida han tenido que cambiar de casa para poder salir a la calle, pero el 84 % carece de recursos económicos para poder hacerlo.

Sin embargo, la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad (2013) obliga a las comunidades de vecinos a instalar soluciones de accesibilidad que permitan a todos los residentes hacer uso y disfrute de las zonas comunes del edificio.

Esta normativa se apoya también en otras leyes estatales como la ley 51/ 2003 del 2 de diciembre y el Real Decreto 505/ 2007 del 20 de abril que garantiza la accesibilidad de las personas con discapacidad a edificios públicos.

En otras palabras, todos los edificios nuevos que se construyen en España y aquellos construidos a partir de 2003 deben incorporar soluciones de accesibilidad, por ejemplo, rampas de acceso en la entrada con una anchura y una inclinación adecuadas para que las sillas de ruedas puedan subir con seguridad.

Pero ¿qué sucede cuando el obstáculo está en el interior de nuestra propia vivienda? Desgraciadamente, si las barreras arquitectónicas se encuentran en el hogar y no en zonas comunes, los responsables de eliminarlas seremos nosotros mismos. Con todo, existen subvenciones garantizadas por el Plan Estatal de Vivienda 2018-2021 que cubren total o parcialmente la instalación de estas medidas. Estos fondos están gestionados por las Comunidades Autónomas y se otorgan por orden de concurrencia, por lo que es importante estar atentos a las convocatorias anuales.

Soluciones de accesibilidad dentro del hogar para personas con movilidad reducida.

A continuación, te hablaremos de algunas de las soluciones más utilizadas para suprimir barreras arquitectónicas en el hogar.

Sillas salvaescaleras

Sirven para subir y bajar escaleras en viviendas unifamiliares o pisos de dos plantas. Gracias a este dispositivo podemos evitar las aparatosas caídas que en personas mayores pueden tener consecuencias muy graves (por ejemplo, una fractura de cadera).

Las sillas salvaescaleras se fabrican a medida para todo tipo de escaleras, ya sean rectas, curvas o en espiral.

Tienen un asiento cómodo para que se siente el usuario y un cinturón de seguridad. Además, suelen tener un reposabrazos equipado con un joystick para poder mover la silla y un reposapiés. El motor normalmente está situado en la parte inferior y tiene una potencia entre 230W y 250W.

Funcionan con electricidad y batería para que, si hay un corte de luz, no se quede a mitad de recorrido.

Los modelos actuales tienen sensores de seguridad que detienen automáticamente el aparato si detectan obstáculos durante el recorrido.

Plataformas salvaescaleras

Las sillas salvaescaleras son una buena opción para facilitar la movilidad de las personas mayores, con problemas de artrosis o que hacen uso de bastones y muletas, pero no son prácticas para usuarios en silla de ruedas.

En este caso existen otras alternativas como las plataformas salvaescaleras que se pueden colocar en la entrada de un edificio o en el interior (se pliegan cuando no las estamos usando para ahorrar espacio).

Son sistemas seguros y versátiles. Además, su consumo eléctrico es menor que el de un ascensor (0,75 Kw).

Ascensores domésticos

Están diseñados para permitir un desplazamiento vertical en viviendas de doble planta. A diferencia de los ascensores tradicionales no requieren la apertura de un foso a ni instalar una caja ya que tienen una estructura autoportante.

Si resides en una vivienda con barreras arquitectónicas y estás pensando en cambiar de hogar, considera en primer lugar instalar alguna de estas soluciones de accesibilidad e infórmate de las subvenciones y ayudas autonómicas disponibles.