La primavera y el verano son la mejor época para el cultivo de las tomateras. Estas plantas necesitan una temperatura de 20 a 30 °C durante el día y al menos 6 horas de luz solar directa para crecer saludablemente y desarrollar sus frutos.
Aunque tradicionalmente se cultivan en huertos, hoy en día es posible disfrutar de estas maravillosas hortalizas incluso en espacios reducidos como una terraza, balcón o patio trasero. Sólo tienes que elegir las variedades adecuadas y hacerte con los recursos necesarios . En el blog (www.cultivarmihuerto.com) encontrarás los mejores consejos para cuidar tu huerto urbano y conseguir unos deliciosos tomates 100% orgánicos y libres de pesticidas.
¿Qué necesito para cultivar tomates en la ciudad?
Cuando cultivas tomates en un huerto urbano, es recomendable comenzar por sembrar las semillas en un semillero antes de trasplantarlas al suelo definitivo. Esto proporciona un mejor control sobre las condiciones de crecimiento de las plántulas y aumenta las posibilidades de éxito al trasplantarlas.
Elige bandejas con agujeros de drenaje en la base y llena los recipientes con sustrato para semilleros (tiene una textura más ligera y permite un mejor desarrollo de las raíces).
Humedece un poco el sustrato antes de sembrar las semillas y coloca el semillero en un lugar cálido y luminoso. La germinación suele producirse a los 7-14 días dependiendo de la variedad del tomate. Una vez que las plantas alcanzan los 10-15 cm de altura, es el momento de trasplantarlas a una mesa o cajón de cultivo. Hazlo con mucho cuidado de no dañar las raíces y riega bien después para que la tierra se asiente.
La importancia del riego y de un buen compost.
Las tomateras son plantas que necesitan sol, muchos nutrientes y abundante riego.
Deben regarse al menos tres veces a la semana en las épocas de calor con cuidado de no mojar las hojas para que no aparezcan hongos. Realiza el riego en las horas más frescas del día, es decir, por la mañana temprano o al atardecer ya que si la riegas a pleno sol el agua se evaporará enseguida.
Por otra parte, las tomateras deben plantarse en una tierra de buena calidad y rica en nutrientes, especialmente calcio, fósforo y potasio. Para obtenerla puedes añadir un buen compost u otros fertilizantes orgánicos.
Según señalan los expertos, uno de los mejores compost para la planta del tomate es el humus de lombriz. Esto se debe a que posee una gran cantidad de nutrientes esenciales que mejoran la composición del suelo. Además, el humus de lombriz también mejora la permeabilidad de la tierra y su capacidad para retener el agua.
Puedes producirlo fácilmente en casa comprando una vermicompostera. Este sistema cuenta con varios niveles o bandejas para permitir un proceso de compostaje en etapas. Los excrementos de las lombrices producen un compost rico en nutrientes que puede ser utilizado como abono natural para las tomateras y otras plantas.
Otra posibilidad es fabricar compost casero a partir de residuos orgánicos como restos de frutas y verduras, hierba cortada o papel. Todo lo que necesitas es una compostera de uso doméstico (las tienes en diferentes formas y tamaños). Es una forma fantástica de ahorrar dinero en la compra de abono comercial y reducir la cantidad de desperdicios que van a parar a los vertederos.
Recuerda que debes esperar algunos meses para utilizar el compost. Sabrás que está listo cuando tenga un aspecto oscuro y terroso y los residuos orgánicos estén totalmente desintegrados.
¿Por qué cultivar tus propios tomates?
A raíz de la pandemia ha crecido el número de personas interesadas en seguir una alimentación sostenible y saludable. Tener un pequeño huerto en tu terraza con tomateras, legumbres y otros tipos de hortalizas es una forma fantástica de disfrutar de productos sanos y nutritivos mientras cuidas en medioambiente.
Según un informe de la ONU para 2050 el 60% de la población vivirá en núcleos urbanos. La agricultura intensiva destruye muchos hábitats naturales y contamina el suelo con fertilizantes y pesticidas. Además, el transporte de los productos desde el campo hasta las lonjas y después a las superficies comerciales, supone un aumento considerable de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Los huertos urbanos son una forma de apoyar el autoconsumo responsable y de luchar contra el cambio climático ¡y es muy entretenido! Para muchas personas se convierte en un hobby que les permite volver a conectar con la Naturaleza.
¿Te gustaría poner en práctica tu afición? Aprovecha esta época del año para comenzar tu propio huerto urbano de tomateras y disfruta del auténtico sabor de las hortalizas.