Las abejas están desapareciendo. La población de este tipo de insectos se ha reducido hasta un 90% en la última década debido a los pesticidas y a la deforestación. Si las abejas se extinguieran por completo sería catastrófico para el ser humano.
Night Shyamalan atribuyó a Albert Einstein la frase de «Si la abeja desapareciera del planeta, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida»; algo que aunque pueda parecer excesivo es realmente impactante. Según el Centro de Emprendimiento de Apicultura de la Universidad Mayor y la Corporación de Apicultura de Chile, el 70% de la agricultura mundial es posible gracias a la labor de las abejas. Ellas intervienen en la polinización del 35% de los alimentos que consumimos a diario, de manera directa o indirecta. Además, las abejas son el único ser vivo que no propaga ningún tipo de enfermedad ya sean hongos, virus u otros patógenos. Por esta razón, la Real Sociedad de Geografía de Londres y el Earthwatch Institute nombraron a las abejas como «los animales más importantes de la Tierra».
¿Cómo podemos ayudar a las abejas?
La presencia de las abejas en el Libro Rojo de Especies Amenazadas resulta alarmante. Se calcula que el 90% de todas las abejas del mundo han desaparecido como consecuencia de la deforestación y el uso indiscriminado de pesticidas. A esta situación se le suma ahora la llegada de la avispa asiática y de dos parásitos que atacan a las abejas: uno interno (Acarapis Woodi) y otro externo (Varroa Destructor).
¿Cómo podemos ayudarlas? Como todos ya sabéis, las abejas son insectos que se alimentan de las plantas productoras de néctar y polen. Puedes cultivar en tu jardín algunas de estas plantas que les servirán de alimento.
Equinácea
Es una planta con flores llamativas que atraen a las abejas y les proporcionan néctar y polen. Se siembran desde febrero y durante toda la primavera, y florecen de julio a septiembre. Necesitan sol y suelos ricos en nutrientes.
Caléndula
Otra flor que sirve de alimento para las abejas. Necesita sol, aunque en semisombra también crece. Prefiere suelos poco húmedos y aguanta bien tanto temperaturas bajas como elevadas.
Zinnias
Se siembran a finales de la primavera y son muy útiles para ayudar a las abejas ya que su floración es tardía. Esto proporciona a los insectos polinizadores una última dosis de nutrición antes del invierno.
Lavanda
Las abejas adoran esta planta aromática que florece en el momento más álgido del verano. Además un jardín sembrado de lavanda es relajante y acogedor.
Aciano
El aciano atrae a las mariposas y a las abejas ya que es una buena fuente de polen y néctar. Florece de junio a septiembre y necesita sol y un buen drenaje del suelo.
Antes de sembrar cualquiera de estas plantas, recuerda que tal vez alguna puede ser tóxica para las mascotas. Si tienes dudas conviene ampliar la información al respecto.